Por Luis Puig
Socio de CUAPROSE
Nos encontramos en un momento histórico marcado por la incertidumbre, con un contexto económico global cada vez más variable y una configuración social que hace tambalear las estructuras de seguridad social. Por ello, se vuelve urgente repensar la forma en que las personas planifican su futuro y cómo el Estado asegura el bienestar de sus ciudadanos.
Valorar el papel del seguro
El seguro es uno de los mecanismo s más eficientes para gestionar los eventos a los que están expuestas las sociedades. En los países desarrollados, el seguro constituye una parte significativa del PIB y es una herramienta protegida y promovida por el Estado. Sin embargo, en Uruguay, la utilización de seguros de vida es limitada, y la falta de educación financiera impide el desarrollo de una cultura aseguradora y el aprovechamiento óptimo de esta herramienta. En ese sentido, entiendo que debemos valorar mucho más el papel que los seguros desempeñan en la sociedad y todo el potencial que tienen para el crecimiento económico de nuestro país. En primer lugar, protegen contra el riesgo al permitir la transferencia de las consecuencias de un siniestro a agentes especializados y con mayor solvencia. Al mismo tiempo, incentivan el ahorro al canalizar fondos a través de las aseguradoras, que los transforman en ahorro e inversión. Haciendo foco en estos aspectos, es pertinente destacar los seguros de personas, como los de vida, salud o previsionales, donde las aseguradoras gestionan fondos destinados a coberturas a largo plazo, lo que contribuye a disminuir la volatilidad y a respaldar inversiones en proyectos cuyos beneficios se manifestarán en el futuro.
Enorme desafío
Para impulsar el desarrollo del sector asegurador, las partes involucradas deben fomentar iniciativas concretas. Una de estas iniciativas, atendiendo la situación que enfrenta Uruguay respecto al futuro de la seguridad social, podría ser el fomento de planes de pensiones de aportación definida, tanto por parte de las empresas como de los empleados, con el objetivo de proporcionar un complemento jubilatorio. Un complemento necesario. En mayo de 2023, Uruguay publicó y promulgó la ley que reforma la seguridad social, creando un sistema previsional común y promoviendo la convergencia de los regímenes actualmente vigentes.
Esta reforma aborda el enorme desafío presentado por el envejecimiento poblacional, la baja natalidad, la reducción de la fuerza laboral activa y la sostenibilidad financiera. Sin embargo, persiste la necesidad de identificar un complemento para las soluciones actuales que garantice un nivel adecuado de protección social. Esto es especialmente importante para hacer frente la cuestión que surge al alcanzar la edad de jubilación, cuando los hogares experimentan una considerable disminución de ingresos. Por esta razón, y tomando como punto de partida soluciones ya implementadas con éxito en países con mayor desarrollo económico, entiendo que tenemos una gran oportunidad para ejecutar un plan de pensiones de aportación definida en Uruguay.
Beneficios
Este es un esquema en el cual tanto el empleador como el empleado realizan contribuciones regulares a una cuenta de pensiones. Por ejemplo, el empleador podría aportar un porcentaje del salario, mientras que el empleado contribuye con otro porcentaje. Además, a través de un plan de compensación flexible, los colaboradores pueden optar por realizar aportaciones adiciona les. Este tipo de planes no solo benefician a los empleados, asegurando un
ingreso extra en su jubilación, sino que también pueden fortalecer la relación entre empleador y empleado, promoviendo un ambiente laboral más comprometido y productivo, favoreciendo la retención de talento. La intervención activa del Estado para impulsar la adopción de planes de pensiones de aportación definida, sería importante. Esto podría lograrse mediante el establecimiento de incentivos para las empresas que contribuyan a la creación de estos fondos.
Eficiente y maduro
Emulando prácticas internacionales, se podrían ofrecer exoneraciones impositivas que hagan atractiva la implementación de estos planes para las organizaciones. Si bien actualmente cualquier persona puede contratar un plan de pensiones privado, considero que es beneficioso que el Estado promueva su adopción para garantizar una mayor cobertura y seguridad. Por su parte, las aseguradoras cobrarían una relevancia significativa si se implementara este plan, lo que subraya la necesidad de contar con un mercado de seguros eficiente y maduro que haga posible transformar los ahorros generados durante la vida activa del trabajador en rentas vitalicias una vez que acceda a la jubilación.
Una inversión
Un Llamado a la Acción y Fomentar la adopción de planes de pensiones de aportación definida es una inversión en el futuro económico y social del país. Los beneficios son evidentes: una población con mayor seguridad financiera es más estable y próspera. Un mercado de seguros integral reduce la incertidumbre y facilita la toma de decisiones tanto para individuos como para empresas, promoviendo el ahorro y estimulando la inversión. Es hora de actuar y asegurar que cada trabajador tenga la oportunidad de acceder a una compensación digna y segura