En reiteradas oportunidades he puesto de manifiesto con los diferentes referentes de las compañías aseguradoras la preocupación de que existe aún en el Uruguay un porcentaje de vehículos sin el seguro obligatorio, principalmente ciclomotores, a pesar de haber transcurrido ya once años (agosto de 2009) de la creación de la Ley No.18.412 que consagró en el país el Seguro Obligatorio de Automotores (SOA).
Este régimen cubre lesiones o muerte causada a un tercero en un accidente de tránsito. Sin control.
Parece poco creíble que, con toda la tecnología disponible, el sistema no se pueda controlar. Me recuerda a la famosa “guerra de patentes”, hasta que un Presidente tuvo que mandar línea y solucionarlo a través de la creación del Sistema Único de Cobro de Ingresos Vehiculares (Sucive).
De acuerdo a informes que, se desprenden del propio Sucive, al año 2018 en autos y camionetas pick up, hay un 9% sin seguro (64.000 vehículos); en motos un 44% (250.000) y en zorras y maquinaría agrícola un 23%.
Entiendo que es un tema de equidad y justicia, porque el Seguro SOA, contratado por mucha gente, no cubre los daños materiales. Los ciclomotores muchas veces no respetan las normas y las reglas de circulación y chocan vehículos. Provocan así daños materiales que no están cubiertos por el SOA, ya que éste solo cubre daños corporales a terceros.
Apelan al propio seguro.
Esto determina que al tercero sin culpa no se le cubran dichos daños y deba apelar a su propio seguro, y en la mayoría de los casos deba hacerse cargo del deducible de su propia póliza.
Algunas compañías aseguradoras, frete a esta problemática, crearon un seguro que pudiera cubrir en parte los daños materiales, pero un alto porcentaje contrata solamente el exigible para circular o para algún trámite. Como mencionaba, dicha Ley cubre solamente las lesiones corporales a personas que, aún infringiendo las reglas y normas de tránsito, como el manejo con espirometría positiva y circulando a contra mano, por ejemplo, tienen derecho a hacer uso de los beneficios de la normativa vigente.
Grandes pérdidas
Esta situación genera grandes pérdidas para el mercado asegurador y no le hace bien a la cultura del seguro, porque no imparte justicia, y crea incluso, una industria del reclamo.
Hace algunos años, este tema lo abordé con un funcionario del Banco de Seguros del Estado y se me dijo que se estaba avanzando en conversaciones , pero que no era fácil porque se debían involucrar varios ministerios para hacer posible el control necesario.
A la fecha esto sigue igual.
Perjudica al mercado
Esto desacredita y perjudica al mercado asegurador porque la gente que circula en regla con seguro para cubrir la Responsabilidad Civil a terceros por daños materiales o físicos a terceros, cuando es chocado por una persona que solamente tiene SOA, tiene que salir a iniciar acciones legales que tiene un costo y con la inseguridad de que no pueda verse resarcido en sus daños en tiempo y forma.
Espero que en este nuevo gobierno se puedan conjugar los esfuerzos políticos, y el propio Banco de Seguros del Estado, lidere esto, para lograr algún cambio de esta Ley y el debido y efectivo control.